10 de junio de 2010

Renovado interés en la Sagradas Escrituras

Hace años, en Hong Kong, durante el desarrollo de una Asamblea Plenaria de la Federación Bíblica Católica -la organización que promueve el Apostolado Bíblico en el mundo- fue dado el siguiente testimonio de China continental.

Según el orador, se trataba de la actualización de la conversión del agua en vino en Caná de Galilea. En las afueras de Shangai, en la famosa colina Shesan se encuentra un santuario mariano. A este sitio llegan también muchos no cristianos para escalar su cima y disfrutar del paisaje. A veces, los seminaristas colocan agua y teteras sobre pequeñas mesas a lo largo del camino y dejan también folletos con textos de las Escrituras y enseñanzas básicas cristianas, haciendo así un gesto para saciar la sed física y espiritual de los turistas curiosos. Algunos de ellos se acercaron más adelante a la Iglesia y creyeron que nuestro Señor es en efecto el Camino, la Verdad y la Vida. De esta manera los cristianos del país más grande del mundo y muy probablemente, con el menor número de Biblias, han hecho un esfuerzo sencillo para propagar su menaje de una forma muy ingeniosa.

La Biblia se ha convertido en el mayor bestseller mundial. Gracias a la imprenta, el trabajo de las Sociedades Bíblicas y otras casas editoriales la Biblia está llegando a millones de personas que nunca antes habían tenido acceso a sus riquezas.

¡Pero no siempre ha sido asi! En ocasiones aún puede oírse decir a la gente: los protestantes tienen la Biblia, la Iglesia Católica los sacramentos. Esta declaración es falsa. El Concilio Vaticano II declaró en su más importante documento Dei Verbum La Iglesia siempre ha venerado el Cuerpo del Señor, en cuanto que, especialmente en la sagrada liturgia, nunca deja de tomar Pan de Vida de la Mesa, la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo y de ofrecérselo a los fieles (Vaticano II, n 21).

Pero desgraciadamente hay que admitir también que durante varios siglos después de haberse inventado la imprenta, la Biblia fue solamente del dominio de estudiosos, clérigos y autoridades eclesiásticas. Había únicamente versiones latinas de la Biblia que sólo podía leer la élite. Hacer traducciones no fue una prioridad de la Iglesia: los laicos tenían que contentarse con oír la palabra predicada (Rm 10, 14); se encontraban con la Biblia en piedras en las catedrales con sus esculturas, pinturas y vitrales. Se experimentaba la historia de la Biblia a través de lo veían.

Así fue que durante un largo período, la posición central de la Palabra de Dios se hizo oscura y la Biblia se convirtió simplemente en un libro para encontrar y apoyar las discusiones teológicas y para respaldar y justificar las acciones disciplinarias de la Iglesia. Posteriormente, los movimientos litúrgicos, biblícos y ecuménicos que surgieron en la Iglesia a comienzos del siglo XX fueron las piedras fundamentales que prepararon el Concilio Vaticano II y más específicamente su constitución dogmática sobre la divina Revelación Dei Verbum para colocar la Palabra de Dios de nuevo en su lugar, en las manos del Pueblo de Dios. Esto marcó el resurgimiento bíblico.

Nos anima observar como en los siguientes años todos los movimientos de renovación como grupos de oración, el movimiento Focolares, los Neocatacúmenales, los Cursillos, la Renovación Carismática, la Comunidad de Convivencias, solo por nombrar algunos, todos basan su espiritualidad en las Escrituras y descubren el poder de la Palabra de Dios; descubren que Dios, antes que revelar verdades, se está revelando a si mismo.

Hoy, la Sociedad Bíblica prepara la distribución de 60.000 ejemplares en los diferentes idiomas de los países participantes de la Copa Mundial de Fútbol. La Sociedad Bíblica de Sudáfrica (SBSA) está trabajando para poder satisfacer la demanda de Biblias y poder entregar material evangelístico para asistentes al Mundial y también para los jugadores y cuerpo técnico participantes.

Los preparativos para la distribución de Escrituras en la Copa del Mundo comenzaron ya en el año 2006 bajo los auspicios de The Ultimate Goal, TUG (Objetivo Final), una división de la Coalición de Deportes Sudafricana. Una de las personas más involucradas y con experiencia en el Comité de Recursos de TUG es el director de operaciones (Publicaciones y Programas de Escrituras) de la SBSA, Lourens Geldenhuys.

En sudamérica, la Comisión Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) lanzó hoy el Proyecto 1 millón de Biblias. La propuesta es llevar la Palabra de Dios a las familias pobres, que todavía no tienen la Sagrada Escritura. Además de llevar la Sagrada Escritura a quienes no tienen condiciones de adquirirla, el objetivo de la campaña es principalmente evangelizar a las familias. El material es formado por un Kit de evangelización, conteniendo una Biblia Sagrada, una Biblia Infantil, un Pequeño Catecismo y un libre de iniciación a la lectura de la Biblia. La lectura orante de la Biblia es el alma de la Misión Continental. El lema de la campaña es "Discípulos y servidores de la Palabra de Dios".

En Ezequiel 3, 1-3 la Biblia dice: Y me dijo, Hijo de hombre, come lo que te presentaron, come este libro y anda a hablar a la gente de Israel. Abrí la boca y me hizo tragar el libro. Y me dijo alimentate y llena tus entrañas con este libro que te doy. Lo comí, pues, y en la boca lo sentí dulce como la miel.

Todos somos invitados a comer el mismo libro que le ofrecieron de comer al profeta. Comer la Palabra de Dios y nutrirnos frecuentemente hace que nos convirtamos en lo que comemos, palabras vivas de Dios, el Cuerpo de Cristo que se debe compartir y partir.

Bendiciones!


Aportes de Padre Arnold Jurgens, mhn

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